Llegó el verano y el final del curso escolar, por lo que los más pequeños si van al colegio es porque éste organiza los campamentos de verano para que los alumnos puedan seguir aprendiendo pero con un poco más de diversión de lo normal. Y allí que fuimos nosotros.
El pasado 14 de julio el grupo Roots&Shoots Madrid asistió al Colegio Asunción de Vallecas. Al ya conocido profesor Shoots le acompañaron, esta vez, Marisa, Dani, Rebe, Sara, Helena y Juan.
En primer lugar, los niños y niñas de este campamento de verano vieron ‘La aventura de la biodiversidad’ en la que el profesor Shoots cuenta sus viajes por la naturaleza.
En esta ocasión se organizaron dos talleres para los niños más pequeños, de entre 3 y 6 años. En el primero de ellos, llamado ‘Aprende a jugar reciclando’, cada niño aprendió a fabricar y pintar un comedero para aves con briks de leche. En el segundo, llamado ‘El tragachapas’, fabricaban un tragachapas con cajas de cartón y chapas de botellas.
Y para los más mayores, de entre 7 y 12 años, llegó la gincana. Los niños se dividían en grupos nombrados con un animal en peligro de extinción y una contraseña en swahili que debían decir para poder realizar la prueba. En total había seis pruebas o juegos, y al final de cada una se les daba un jeroglífico de signos. El profesor Shoots les dio la tabla para descifrarlos cuando terminaron todas las pruebas. La frase que resultaba de ese jeroglífico: 'Todos dejamos huella'.
Las pruebas estaban destinadas a que los niños y niñas aprendieran cosas sobre el medio ambiente y la naturaleza. La prueba número 1, ‘Ayúdame a reciclar y el mundo mejorarás’, consistía en colocar los distintos residuos que se les daban en su correspondiente caja de color que representaba a los contenedores. Al finalizar el juego se les enseñaban 10 fotos con las cosas que se obtienen de reciclar determinados materiales.
En la prueba 2, ‘Adivina quién soy’, los niños recibieron 12 pistas sobre una especie en peligro de extinción que tenían que adivinar. Cuando lo adivinaron tuvieron que explicar que tres cosas podían evitar su extinción. Se trataba del lince ibérico.
En la prueba 3, llamada ‘¿Dónde vivo?’, los niños tenían que situar animales en peligro de extinción en el continente donde viven. El monitor les explicó los motivos por los que se extinguen.
En la siguiente prueba los aspirantes a ecologistas tenían que identificar cosas mal hechas y bien hechas en unas fotografías Además tenían que explicar porqué estaba mal o bien hecho. Ejemplos de estas acciones mal o bien hechas: deforestación, gente reciclando, etc.
La sexta y última prueba consistía en una sopa de letras para ‘Buscar la especie escondida’. Mientras iban encontrando las especies en peligro de extinción el monitor les explicaba los motivos por los que se extinguían y los relacionaban con pruebas anteriores.
Mientras duró la gincana el profesor Shoots enseñó a los más pequeños material que trajó de sus viajes y los monitores hicieron manualidades con ellos y les enseñaron las biofichas.
Los niños y niñas, al final de la mañana y después de tres horas y media, tuvieron que hacer un dibujo de todo lo que habían aprendido. Todos quedaron contentos y así se lo hicieron saber a sus papás. Nosotros también y con ganas de seguir poniendo en práctica estas actividades por más coles para que los más pequeños puedan aprender divirtiéndose.
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