viernes, 20 de junio de 2014

REFUGIADOS Y OLVIDADOS

 
El derecho al asilo y refugio es contemplado en la Declaración Universal de Derechos Humanos:

· En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.

· Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) es el organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos. Se estableció el 14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de Naciones Unidas. Tiene su sede en Ginebra, Suiza, y más de 250 oficinas repartidas por todo el mundo.

ACNUR trata de garantizar que todas las personas puedan ejercer su derecho a solicitar asilo y encontrar refugio seguro en otro Estado, así como de encontrar soluciones duraderas para ellos. En este sentido la Agencia de la ONU para los Refugiados trata de que puedan regresar a sus hogares de forma voluntaria, integrarse en el país de acogida o ser reasentados en un tercer país.

Durante sus casi sesenta años de historia, la Agencia ha ayudado a más de 60 millones de personas a rehacer sus vidas.

Puedes conocer las historias de algunos de estos refugiados en :

http://www.acnur.es/noticias/historias-con-rostro

Algunos ejemplos de los campos que actualmente alojan a gran cantidad de refugiados son:

- Campos al este de Chad, como el campo de refugiados de Breidjing, alojan aproximadamente a 250.000 refugiados de la región de Darfur en Sudán.
- Campos al sur de Chad alojan aproximadamente a 50.000 refugiados de la República Centroafricana.
- El campo de refugiados de Buduburam alberga a más de 12.000 liberianos.
- Campos para los tamiles de Sri Lanka con 110.000 refugiados en India en 1998, y más de 560.000 desplazados internos.
- Campos de refugiados palestinos, instalados a partir de la guerra árabe-israelí de 1948 en Cisjordania, Franja de Gaza, Jordania,Líbano y Siria. Cuentan con casi 5 millones de refugiados.

Pero actualmente el que es considerado como el mayor campo de refugiados del mundo es Dadaab en Kenya.

Sus cinco campos (Dagahaley, Hagadera, Ifo, Kambios e Ifo2) albergan a unos 465.611 refugiados registrados oficialmente y a decenas de miles más que no han podido registrarse. Tres cuartos de la población son menores de 12 años, mujeres y ancianos. Diseñados como una solución temporal para dar refugio a los somalíes que huían de la guerra civil en su país, los campos de Dadaab suman ya 20 años y se han convertido en residencia permanente de la mayoría de aquellos que acudieron buscando refugio. Olvidado durante años por la comunidad internacional y los medios de comunicación.

En octubre de 1991, tan solo nueve meses después de la caída del dictador somalí Siad Barre, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados comenzó a instalar los primeros campamentos. La intención original de Naciones Unidas era la creación de tres campamentos con capacidad para 90.000 personas –Ifo, Dagahaley y Hagadera–, pero a día de hoy el centro acoge a cerca de 450.000 almas (630.000 según fuentes extraoficiales), algunas de ellas, refugiados de tercera generación. Es decir, hijos y nietos de refugiados que no han conocido más realidad que estos inmensos campamentos.
En los meses más duros de la hambruna de 2011, las tasas de llegada de refugiados superaron las 1.000 personas al día.

 


Un gran problema actual es el ocasionado por los desplazados por la guerra de Siria ya está afectando a diversos países que acogen a refugiados pero que se ven superados por la gran afluencia de personas al día.

Vamos a ver algunos casos:

Los tres años de guerra en Siria han dejado a Líbano con más de un millón de exiliados registrados por ACNUR y han terminado por descoser un frágil equilibrio demográfico y sectario del país para evitar el contagio de la violencia al otro lado de la frontera.Con algo más de 4,2 millones de habitantes, acumula un volumen de refugiados sirios equivalente a un 24% de su población.

“Líbano ya no es capaz de absorber más refugiados en sus tierras”, zanjaba tajante el presidente libanés, Michel Suleiman, durante su discurso en la última cumbre de la Liga Árabe a finales de marzo.


 

Lo mismo está ocurriendo en Jordania donde se ha formado un nuevo macrocampo de refugiados, Azraq a 100 km de la capital y que podrá acoger hasta 130.000 huidos de la guerra siria. Pero la tierra jordana es árida, sus recursos acuíferos limitados. La economía tampoco puede ya absorber la presencia de alrededor de 585.000 sirios llegados por la frontera norte y repartidos entre los campos de refugiados.Azraq está organizado para registrar a 2.000 nuevos refugiados al día. El campo ha sido pensado también para servir de punto de reunión a muchas familias divididas por el territorio. La presión demográfica es grande: la demanda de agua, que ha provocado conflictos entre locales y refugiados, ha hecho saltar las alarmas con la mira puesta en el verano; el río Jordan ha visto reducido su caudal; los precios de alquileres y productos básicos han aumentado, y el presupuesto del Estado ha sufrido un fuerte agujero

Campo de refugiados deYarmuk, en el sur de Damasco, donde actualmente se encuestran recluidas unas 18.000 personas está siendo noticia constante estos meses. La reanudación de los combates en los últimos días impidió, por décimo segundo día consecutivo, el reparto de alimentos en el asediado campo de refugiados.

Desde julio de 2013, el régimen sirio lo mantiene cercado, un asedio que ha deteriorado hasta el extremo las ya de por sí trágicas condiciones de vida de sus habitantes y causado la muerte de al menos un centenar de personas por la falta de comida y medicinas

Miembros de la ONU han repartido miles de raciones alimenticias para paliar la desesperación de una población asediada y abocada al hambre, rehén del Ejército sirio, de las milicias armadas rebeldes y de los grupos palestinos.

La guerra trunca la vida de millones de personas que quedan recluidas en condiciones muy precarias durante tiempo ilimitado en estos campos, condenando a veces como en el caso de los refugiados de Dadaab incluso a varias generaciones.

Es importante que la comunidad internacional pueda asegurar un apoyo continuado a estos millones de refugiados repartidos en los campos y a los países que los están acogiendo.

Son Refugiados, no debemos convertirlos en olvidados.

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