lunes, 24 de junio de 2013

EL PELIGRO INVISIBLE DE LAS ANTENAS

La contaminación electromagnética, también conocida como electropolución, es la contaminación producida por las radiaciones del espectro electromagnético generadas por equipos electrónicos u otros elementos producto de la actividad humana.




El medio ambiente natural está trastocado desde la aparición de campos electromagnéticos artificiales. En los últimos tiempos se ha producido un espectacular aumento del fondo electromagnético, originado por líneas de transporte eléctrico, transformadores, antenas emisoras de telefonía, radio y televisión, radares, aparatos eléctricos, teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, electrodomésticos, etc.



Un aspecto polémico refiere a los efectos nocivos que producirían las emisiones de radiación electromagnética. Cierta información referente a aumentos en la probabilidad de cáncer en personas que viven en zonas cercanas a torres de alta tensión, como así también la reciente preocupación sobre el uso de la telefonía móvil han contribuido a despertar una preocupación general en la sociedad.


El 24 de junio es el Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética. En esta fecha diversas organizaciones de afectad@s, vecinales y ecologistas denuncian el crecimiento insostenible de la contaminación electromagnética, asociada a la proliferación descontrolada de infraestructuras eléctricas y redes de telecomunicación, que se ha convertido en un problema medio ambiental y de salud pública, y apoyan la necesidad de un cambio legislativo profundo en la normativas que regulan este tipo de actividades.

El organismo humano, igual que el de los otros seres vivos, posee una estructura que funciona gracias a la acción de corrientes eléctricas y magnéticas muy débiles. Por esta razón, los campos electromagnéticos de origen artificial pueden llegar a provocar, a medio y largo plazo, graves enfermedades en el cuerpo humano.

La mayoría de los estudios llevados a término concluyen que la exposición continuada a campos electromagnéticos elevados comportan efectos como el cansancio crónico o la aparición de enfermedades diversas como el insomnio, dolores de cabeza frecuentes, pérdida de reflejos, falta de concentración, etc.

Además de los daños sobre el ser humano, se han observado efectos en el medio ambiente. Los campos magnéticos de baja frecuencia generados por líneas de alta tensión interfieren la navegación (de las aves y otros animales) relacionadas con el campo geomagnético y puede inducir otros efectos fisiológicos como cambios en los ritmos circadianos.

Sin disponer de instrumentos de medida es posible evitar la contaminación electromagnética si tenemos en cuenta algunas pequeñas precauciones:

- Alejarnos de elementos eléctricos que se encuentren enchufados (por ejemplo despertadores) y desconectar los que no se están usando (TV, ordenadores, routers, etc)

- Limitar el uso de móviles sólo para llamadas de corta duración.
- Usar el manos libres siempre que seaposible.

- Evitar que los niños usen los teléfonos móviles, pues no se puede descartar la posibilidad de que su uso prolongado pueda ser dañino, y los niños son los más vulnerables, ya que su sistema nervioso está todavía en la etapa de desarrollo.

 Por otra parte, algunas organizaciones sociales están llevando a cabo una campaña de firmas para que el Congreso trate la ley contra la contaminación electromagnética

(https://www.change.org/petitions/aprobaci%C3%B3n-ley-presupuestos-m%C3%ADnimos-protecci%C3%B3n-campos-electromagn%C3%A9ticos#share).

FUENTES:

http://loscientificos-una.blogspot.com.es/2011/08/definicion.html

http://www.contaminacionelectromagnetica.org/

http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article8515

http://www.ecoclimatico.com/archives/contaminacion-electromagnetica-359

http://www.maestroviejodespierta.com/2012/07/19/descubren-como-los-animales-migratorios-pierden-su-brujula-por-cambios-geomagneticos/

http://www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/ContElctro.htm

viernes, 21 de junio de 2013

El Sol, una estrella fuente de energía.

El Sol es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del Sistema Solar. Las estrellas son los únicos cuerpos del Universo que emiten luz. El Sol es también nuestra principal fuente de energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de luz y calor.
Contiene más del 99% de toda la materia del Sistema Solar. Ejerce una fuerte atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor.


El Sol (todo el Sistema Solar) gira alrededor del centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia. Da una vuelta cada 200 millones de años. Ahora se mueve hacia la constelación de Hércules a 19 Km./s.

Esta estrella es también nuestra principal fuente de energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de luz y calor. Se formó hace 4.500 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que puede tardar un trillón de años en enfriarse.

La energía solar se crea en el interior del Sol, donde la temperatura llega a los 15 millones de grados, con una presión altísima, que provoca reacciones nucleares. Se liberan protones (núcleos de hidrógeno), que se funden en grupos de cuatro para formar partículas alfa (núcleos de helio).

Cada partícula alfa pesa menos que los cuatro protones juntos. La diferencia se expulsa hacia la superficie del Sol en forma de energía que luego llega a la tierra.

Llegará un día en que el Sol agote todo el hidrógeno en la región central al haberlo transformado en helio. La presión será incapaz de sostener las capas superiores y la región central tenderá a contraerse gravitacionalmente, calentando progresivamente las capas adyacentes. El exceso de energía producida hará que las capas exteriores del Sol tiendan a expandirse y enfriarse y el Sol se convertirá en una estrella gigante roja. El diámetro puede llegar a alcanzar y sobrepasar al de la órbita de la Tierra, con lo cual, cualquier forma de vida se habrá extinguido. Cuando la temperatura de la región central alcance aproximadamente 100 millones de kelvins, comenzará a producirse la fusión del helio en carbono mientras alrededor del núcleo se sigue fusionando hidrógeno en helio. Ello producirá que la estrella se contraiga y disminuya su brillo a la vez que aumenta su temperatura, convirtiéndose el Sol en una estrella de la rama horizontal. Al agotarse el helio del núcleo, se iniciará una nueva expansión del Sol y el helio empezará también a fusionarse en una nueva capa alrededor del núcleo inerte -compuesto de carbono y oxígeno y que por no tener masa suficiente el Sol no alcanzará las presiones y temperaturas suficientes para fusionar dichos elementos en elementos más pesados- que lo convertirá de nuevo en una gigante roja, pero ésta vez de la rama asintótica gigante y provocará que el astro expulse gran parte de su masa en la forma de una nebulosa, quedando únicamente el núcleo solar que se transformará en una enana blanca y, mucho más tarde, al enfriarse totalmente, en una enana negra. El Sol no llegará a estallar como una supernova al no tener la masa suficiente para ello.

 
Como toda estrella, el Sol posee una forma esférica, y a causa de su lento movimiento de rotación, tiene también un leve achatamiento polar. Como en cualquier cuerpo masivo, toda la materia que lo constituye es atraída hacia el centro del objeto por su propia fuerza gravitatoria. Sin embargo, el plasma que forma el Sol se encuentra en equilibrio, ya que la creciente presión en el interior solar compensa la atracción gravitatoria, lo que genera un equilibrio hidrostático. Estas enormes presiones se producen debido a la densidad del material en su núcleo y a las enormes temperaturas que se dan en él gracias a las reacciones termonucleares que allí acontecen. Existe, además de la contribución puramente térmica, una de origen fotónico. Se trata de la presión de radiación, nada despreciable, que es causada por el ingente flujo de fotones emitidos en el centro del Sol.

La mayor parte de la energía utilizada por los seres vivos procede del Sol, las plantas la absorben directamente y realizan la fotosíntesis, los herbívoros absorben indirectamente una pequeña cantidad de esta energía comiendo las plantas, y los carnívoros absorben indirectamente una cantidad más pequeña comiendo a los herbívoros.

La mayoría de las fuentes de energía usadas por el hombre derivan indirectamente del Sol. Los combustibles fósiles preservan energía solar capturada hace millones de años mediante fotosíntesis, la energía hidroeléctrica usa la energía potencial de agua que se condensó en altura después de haberse evaporado por el calor del Sol, etc. El Sol convierte cada segundo unos 564 millones de toneladas de hidrógeno en 560 millones de toneladas de helio, lo que significa que unos cuatro millones de toneladas de materia se transforman en energía solar, una pequeña parte de la cual llega a la Tierra y sostiene la vida, el Sol produce en un segundo 760.000 veces la producción energética anual a nivel mundial.

Sin embargo, el uso directo de energía solar para la obtención de energía no está aún muy extendido debido a que los mecanismos actuales no son suficientemente eficaces. Si estos mecanismos de obtención y aprovechamiento de energía solar fueran más eficaces, seguramente estaríamos hablando de muchísimos menos problemas de contaminación ambiental, conflictos bélicos por intereses económicos, y por supuesto no entraría en nuestro vocabulario la expresión “calentamiento global”, ya que no sería necesario el uso desmesurado de combustibles fósiles.

Desde Roots&Shoots Madrid, queremos aprovechar este día mundial del sol para hacer un pequeño ejercicio de reflexión y comprender que las energías renovables, son una alternativa necesaria y eficiente para mantener una convivencia con todos los seres vivos de nuestro planeta, siendo la energía solar es un claro ejemplo de estas.

lunes, 17 de junio de 2013

¡NO DEJES QUE NUESTRO FUTURO SE SEQUE!


 




La Asamblea General de Naciones Unidas designó en 1994, el 17 de junio como "Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía" (Resolución 49/115). Este día marca el aniversario de la adopción de la Convención de las Naciones Unidas en la Lucha contra la Desertificación.

Se invitó a los Estados, a que dedicaran el Día Mundial a sensibilizar la opinión pública con respecto a la necesidad de cooperación internacional para así luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía.

El tema del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación de 2013 es la sequía y la escasez de agua. El objetivo de este año, es crear conciencia pública acerca de los riesgos que conlleva la sequía y la escasez de agua en las zonas áridas y en el resto del mundo, llamando así la atención sobre la importancia de asegurar la salud del suelo como parte de la agenda post Río+20 y de la agenda post-2015 para un desarrollo sostenible.



El eslogan de este año incita a que todos actuemos y promovamos la preparación y la resistencia frente a la escasez de agua, la desertificación y la sequía. Nos trae el mensaje de que todos somos responsables de la conservación del agua y del suelo así como de su uso sostenible y que hay soluciones frente a estos importantes retos.

 La desertificación afecta a más de 110 países y cada año se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva. Según Ecologistas en Acción en España, el 40% del suelo esta amenazado por los procesos de desertificación, pero a pesar de ello, el Ministerio de Medio Ambiente ha sido incapaz de detener la desertificación, principal obligación contraída por el Gobierno español tras firmar, en 1996, el Convenio de Lucha contra la Desertificación.

España se encuentra a la cabeza de los países desarrollados afectados por la desertificación. Uno de los principales factores desencadenantes de esta situación es la erosión o pérdida de suelo fértil. El 42% del territorio español, 21 millones de hectáreas, está sometido a procesos de erosión que superan los límites tolerables, (pérdidas de suelo de 12 toneladas por hectárea y año) y el 12%, 6 millones de hectáreas, está sometido a erosión muy severa, con pérdidas de suelo superiores a 50 toneladas por hectárea y año. Para el conjunto del Estado se calcula una pérdida total anual de suelo de 1.156 millones de toneladas. Si se tiene en cuenta que la tasa de formación de suelo varía entre 2 y 12 toneladas por hectárea y año, se reparará en la magnitud del problema. Las zonas más afectadas se encuentran en Andalucía, Castilla-La Mancha, Levante y Murcia.
 Entre los principales factores que desencadenan esta situación se encuentran la explotación insostenible de los recursos hídricos, causa de graves daños ambientales, incluidos la contaminación química, la salinización y el agotamiento de los acuíferos. Pérdidas de la cubierta vegetal a causa de repetidos incendios forestales. Concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo de masas y la agricultura de regadío. La desertificación no es un problema aislado, sino que está plenamente relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales. Los vínculos entre estos aspectos y los factores socioeconómicos son cruciales, pues la problemática de la desertificación es un síntoma de ruptura del equilibrio entre el sistema de recursos naturales y el sistema socio-económico que los explota. La Desertificación es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.
 
 
 
 
Para Ecologistas en Acción, las actuaciones en materia de protección de suelos deben tener como principal objetivo el desarrollo de una gestión sostenible de las tierras agrícolas, de los recursos hídricos y de la ordenación del territorio. Sin embargo, las políticas que lleva a cabo el Gobierno en materia agrícola, urbanística e hidrológica se aleja cada vez más de un modelo de desarrollo sostenible que pudiera prevenir la degradación de nuestras tierras.

Por tal motivo, la solución reside tanto en la concienciación como dar prioridad a políticas sostenibles.

http://www.ecologistasenaccion.org/article169.html

https://es.unesco.org/aspnet/d%C3%ADa-mundial-de-lucha-contra-la-desertificaci%C3%B3n-y-la-sequ%C3%ADa

sábado, 8 de junio de 2013

El Gran Azul

He elegido este título para recordar que el 8 de junio de 2013 celebramos el Día Mundial de los Océanos. Desde Roots and Shoots Madrid queremos dar la importancia que se merece a estos grandes volúmenes de agua salada en la Tierra, los océanos, que cubren el 71% de la superficie del Planeta Azul y abarcan el 94% del agua en la Tierra. Pero los océanos no son sólo agua, son el hábitat de millones de especies increíbles, que constituyen el 90% de la biomasa mundial y de las cuales sacamos un provecho inimaginable, por estas razones queremos concienciar, sobre todo a los jóvenes, de que cada uno de nosotros debemos protegerlos y conservarlos.

Como advirtió Jacques Cousteau “Tenemos que salvar los océanos si queremos salvar a la humanidad”, ya que el mar, en interacción con la atmósfera, la litosfera y la biosfera, favorece las condiciones y posibilitan las distintas formas de vida en el planeta.

Comienzo describiendo al protagonista. Según Roger Rovelle “sabemos menos sobre el fondo del océano que sobre la cara oculta de la Luna.”

El origen de los océanos tiene dos teorías. La primera defiende que los océanos se formaron hace 4000 millones de años tras un periodo de gran actividad volcánica, cuando el agua se condensó, al bajar las temperaturas. Según Francis Albarède, se debe a la colisión de asteroides gigantes cubiertos de hielo con la Tierra entre 80 y 130 millones de años después de la formación del planeta.

Los océanos son el Pacífico, el mayor de ellos, el Atlántico, el Índico, el Ártico y el Antártico.

Los océanos tienen efectos beneficiosos para el medio ambiente, la sociedad y la economía.
Los océanos limpian la atmósfera. El fitoplancton absorbe dióxido de carbono y desprende el 70% del oxígeno que se añade a la atmósfera cada año. Esta flora oceánica proporciona la mayor parte del oxígeno que respiramos. Por lo tanto, los océanos hacen que la Tierra sea habitable para el ser humano, también moderan el clima y nos dan calidad de vida. En ellos practicamos múltiples deportes acuáticos.
Los recursos costeros y marinos, y las industrias relacionadas representan más del 5% del PIB mundial.
El océano genera recursos como alimentos, entre ellos pescado, sal y aguas, agua dulce, medicamentos, energía, hidrocarburos combustibles y recursos minerales.

La cantidad de agua que reciben los océanos en forma de lluvia, es menor que el agua pura que se evapora, pero el volumen de agua permanece inalterable porque, como todos sabemos, los ríos también aportan agua al mar.

El color del agua es otro aspecto fascinante, que se debe a que al penetrar en el agua, las ondas electromagnéticas que forman la luz visible chocan con las
moléculas del agua, las cuales absorben con mayor facilidad las de longitud de onda larga (rojas, naranjas, amarillas) y reflejan las ondas cortas (verdes y azules), que son las que observamos. Otros factores que dan color al agua son el cielo, las nubes, la posición del sol, la agitación del agua, las algas, las sales disueltas y la profundidad.
La profundidad media del océano es de 3900 metros, llegando a su máximo de 11033 metros de profundidad en al fosa de las Marianas o de Challenger, en el Pacífico.

El Día Mundial de los Océanos fue una iniciativa de los delegados de gobierno canadienses que asistieron a la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992.
En 1994 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley de los Océanos.
El 5 de diciembre de 2008 en la Asamblea General de Naciones Unidas se decidió que a partir de 2009 las Naciones Unidas designarían el 8 de junio para el Día Mundial de los Océanos.
El lema de este año “Juventud: la nueva etapa para el cambio” hace un llamamiento especial a los jóvenes para que cambiemos nuestra actitud y tomemos medidas para contribuir con la conservación de los ecosistemas marinos y costeros y proteger el océano.

Los principales problemas que asaltan a los océanos y de los cuales los debemos proteger, ya que han reducido la vida en ellos en un 40% desde 1950, son la sobrepesca y la contaminación. Debemos ser conscientes de que el océano no es una fuente inagotable de alimento ni tiene una capacidad inagotable para los desechos.

En Europa cada día se extraen 20 mil toneladas de pescado y tres mil se tiran por la borda, se dañan con el arrastre 350 mil hectáreas de fondos marinos, se producen 275 vertido ilegales desde buques y se tiran 55 mil toneladas de aguas oleosas y restos de hidrocarburos y sentinas.

En 1983 se presentó la Política Pesquera Común (PPC) por la Unión Europea para gestionar la pesca, pero no ha evitado la sobrepesca. Los responsables no limitan las capturas según los consejos de los científicos. Algunas prácticas pesqueras actuales son destructivas ya que no se tiene una visión a largo plazo, dañan el entorno, destruyendo hábitats marinos, también se producen capturas accidentales. En aguas europeas ha tenido lugar la pesca intensiva durante décadas, que ha producido el declive de poblaciones de peces. La mayoría de las reservas de peces sufren sobreexplotación y un tercio supera los límites biológicos de seguridad, amenazando la supervivencia de las poblaciones. Deberíamos impulsar la pesca sostenible, respetando a los océanos y aumentar las zonas marinas protegidas para evitar que se sigan sobreexplotando a las especies.

Un tipo de contaminación en los océanos es la acústica, causada por el ruido de motores, hélices, sónares y detonaciones militares. Dicha contaminación afecta a las comunicaciones, orientación y comportamiento de algunos animales, como las ballenas, los delfines y las tortugas, que emplean ondas
sonoras para comunicarse, orientarse y alimentarse. Estos sonidos a veces asustan a los animales, que suben más rápido de lo debido a la superficie y les provocan lesiones que se observan en los animales varados, por lo que este tipo de contaminación se relaciona con los varamientos.
Otro tipo de contaminación son las emisiones de dióxido de carbono, que acidifican los océanos, poniendo en peligro la cadena alimentaria y los arrecifes de coral, tan importantes en los ecosistemas marinos, además al aumentar la acidez disminuye la capacidad para absorber el exceso de ruido en el mar.
Este tipo de contaminación ha sido responsable de la reducción del ozono en la atmósfera y esto podría mermar a su vez la cantidad de fitoplancton.
Más del 90% del comercio mundial se realiza vía marítima, por lo que una solución sería disminuir las emisiones de dióxido de carbono en el transporte marítimo.
Se les ha pedido a los estados ribereños y usuarios que cooperen con acuerdos sobre la seguridad de la navegación y el control de la contaminación de los buques y que se hagan miembros de la Organización Hidrográfica Internacional para compartir información.
En dos giros oceánicos, que son un sistema de corrientes marinas rotativas existe un gran acúmulo de desechos marinos flotando, que se conocen como las Grandes Manchas de Basura del Pacífico norte y del Atlántico norte.
La mayoría de desechos son plásticos no biodegradables, pero se encuentran envases, vidrio, basura de vertederos arrastrada por el viento, redes y derrames accidentales.
El Mediterráneo es el mar más contaminado del mundo por hidrocarburos.
Una propuesta para ayudar al océano es no ensuciar los mares ni las costas y recoger las basuras que podamos.

Las catástrofes ecológicas en los océanos han agravado el problema aún más.
Tres ejemplos han sido el derrame de 37 mil toneladas de hidrocarburo tras encallar el petrolero Exxon Valdez en Alaska en marzo de 1989, la explosión y hundimiento de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de Méjico en abril de 2010, donde se vertieron 4 mil toneladas diarias de crudo. El otro desastre fue el hundimiento del Prestige en la costa noroeste española en noviembre de 2002, un buque petrolero que contenía 77 mil toneladas de fueloil y se partió en dos. En este accidente se vertieron 40 mil toneladas.

Destaco algunas medidas que se han tomado internacionalmente:

MARPOL es una convención internacional para minimizar la contaminación de los mares en cuanto a vertidos, reformado por la OMI, Organización Marítima Internacional, organismo especializado de las Naciones Unidas que promueve la cooperación entre Estados y la Industria del Transporte para mejorar la seguridad marítima y para prevenir la contaminación marina.
COI es la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, que fomenta la cooperación internacional, coordina programas de investigación, observación, conservación y protección del hábitat marino y garantiza la gestión eficaz de recursos de los océanos y zonas costeras.
El “Plan para la sostenibilidad del océano y las zonas costeras” elaborado por cuatro agencias de Naciones Unidas. Sus objetivos son mantener y restaurar la estructura y función de los ecosistemas marinos para hacer un uso sostenible
de los recursos y ecosistemas, apoyar la Economía Ecológica, llevar a cabo reformas políticas, legales e institucionales y apoyar la investigación marina.

Finalmente añado el posible futuro que pronosticó Jacques Cousteau en su obra Mundo Submarino.

“Si los océanos de nuestra Tierra murieran -esto es, si, de algún modo, la vida de pronto desapareciera, sería la más formidable, pero también la más definitiva, de las catástrofes en la historia atormentada del hombre y de los demás animales que con él comparten este planeta…
Sin vida en los mares, el contenida de la atmósfera en gas carbónico comenzaría a aumentar inexorablemente. Superada una cierta proporción de CO2, el efecto llamado “de invernadero” entraría en juego: el calor, irradiado por la Tierra hacia el espacio, mantenido bajo la estratosfera, originaría una brusca elevación de la temperatura del globo a nivel el mar. Los casquetes polares se fundirían en ambos polos, mientras que el nivel de los océanos subiría unos treinta metros en pocos años. Todas las ciudades se inundarían. Para evitar ahogarse, una tercera parte de la humanidad se vería obligada a refugiarse en colinas y montañas, incapaces de acogerla y proveer a su subsistencia….
Hacinados en las alturas, hambrientos, sometidos a violentas tempestades y extrañas epidemias, rotos todos los lazos familiares y sociales, los supervivientes empezarían a sufrir la falta de oxígeno debida a la desaparición de las algas del plancton y a la reducción de la vegetación terrestre. Confinados en la estrecha franja de tierra que separaría a los mares muertos de las pendientes montañosas estériles, la especie humana experimentaría una intolerable agonía. Tal vez treinta o cincuenta años después de la muerte de los océanos, el último hombre del planeta, en el que la vida orgánica se limitaría a las bacterias y algunos insectos necrófagos, exhalaría su último suspiro.”

Tras esta lectura os animo a cambiar nuestra visión y gestión de los recursos marinos y de las zonas costeras, haciendo un uso sostenible de dichos recursos, como por ejemplo comprobar que los pescados tienen un tamaño mínimo, que no están amenazados y consumiendo una mayor variedad.

Tenemos el privilegio de poder estar rodeados por el Gran Azul que nos une a todos, disfrutemos de esta riqueza teniendo en cuenta que nuestras acciones diarias le afectan.


Documentales recomendados: The Cove, Océanos y para los más pequeños la
película Buscando a Nemo.
 
María Fernández Asenjo